Guía completa sobre la dislexia: ¿Qué es, quien la padece y cuáles son los signos?

 

La dislexia es una dificultad de aprendizaje específica que afecta a la capacidad de una persona para leer y escribir. Suele diagnosticarse durante la infancia, aunque también puede descubrirse en la edad adulta. Las personas con dislexia suelen tener problemas de precisión lectora, ortografía, decodificación de palabras y reconocimiento de palabras comunes. También pueden tener problemas de fluidez y comprensión lectora. Hay varios tipos de dislexia; sin embargo, la característica principal de todas las formas de dislexia es la dificultad para procesar el lenguaje escrito. Este artículo explora los hechos clave de la dislexia y cómo apoyar a un niño o adulto que la padece. 

La dislexia se confunde a menudo con otras dificultades de lectura, como la escasa capacidad de lectura, la escasa comprensión, la lectura por debajo del nivel esperado o la escasa comprensión del lenguaje. Estos problemas pueden afectar a todos los lectores, incluso a los que no tienen dislexia, y no siempre son signos de dislexia. 

Siguiendo los criterios marcados por el DMS-5, la dislexia se diagnostica como un Trastorno Específico del Aprendizaje con dificultades en la lectura, leve, moderado o grave. Para diagnosticar esta dificultad, deben cumplirse los siguientes criterios: 

  • Precisión en la lectura de palabras 
  • Velocidad o fluidez de la lectura 
  • Comprensión de la lectura 

En el caso de utilizar el término dislexia, están implícitas las dificultades en el reconocimiento de palabras de forma precisa o fluida, deletrear mal y poca capacidad ortográfica, por lo que es importante especificar si existe alguna dificultad adicional en la comprensión lectora, la escritura o el razonamiento matemático.  

¿Quién puede padecer dislexia? 

Debido a la naturaleza del trastorno, se calcula que aproximadamente una de cada diez personas sufre de dislexia. Es más común en los hombres que en las mujeres, y se estima que afecta a entre el 5 y el 10% de la población. Las personas con dislexia pueden ser de cualquier raza, etnia o clase social. No hay pruebas de que la dislexia sea hereditaria. Aunque a menudo se piensa que la dislexia es un problema que sólo tienen los niños, muchos adultos también la padecen. 

Alrededor del 6% de los niños en España tienen dislexia, lo que significa que en una clase con 25 alumnos habría entre dos y tres estudiantes con dificultades de lectura y escritura. 

¿Cuáles son los signos de que un niño puede tener dislexia? 

Las dificultades de aprendizaje aparecen en la infancia, pero los primeros signos son muy similares a los errores que se cometen de forma natural durante el aprendizaje de la lectoescritura y pueden desaparecer cuando las competencias han sido adquiridas. En los primeros años de vida, las dificultades en la coordinación y el desarrollo de la psicomotricidad pueden ser indicativos de futuras dificultades.  

Las áreas del cerebro encargadas de la lectura pueden no estar desarrolladas hasta los 7 años de edad, por lo que no debemos evaluar en busca de un Trastorno Específico del Aprendizaje antes de esta edad.  

En caso de sospechar de la existencia de alguna dificultad es necesario consultar con un especialista en el área, como un psicólogo educativo o un psicopedagogo.  

¿Es posible detectar la dislexia a una edad temprana? 

Sí, las dificultades de lectura pueden aparecer cuando un niño tiene tan solo 2 o 3 años. Sin embargo, estos primeros signos suelen confundirse con los retrasos normales del desarrollo que la mayoría de los niños experimentan cuando aprenden a leer por primera vez. Por lo tanto, es importante estar atento a los signos de dislexia, incluso cuando el niño es muy pequeño. Los padres pueden evaluar la capacidad de lectura de su hijo pidiéndole que complete una prueba de desarrollo del lenguaje, comprobando su precisión lectora y prestando atención a los progresos del niño cuando se le enseña a leer. Si el niño no progresa como se espera, los padres deben programar una reunión con un profesional de la escuela, como un psicólogo o un profesor. 

¿Cómo se diagnostica la dislexia? 

Para poder diagnosticar dislexia es necesario comprobar que las dificultades observadas no se deben a otras condiciones como una discapacidad intelectual, auditiva o la presencia de otro trastorno, por lo que debe ser descartado durante el proceso.  

Para poder realizar el diagnóstico, necesitamos pruebas para medir los procesos implicados en la lectura. 

La Batería Psicopedagógica EVALEC, evalúa las competencias lectoras básicas, lectura Visual, comprensión de enunciados, reconocimiento fonografémico, habilidades fonológicas y velocidad de nombrado, habilidades Psicolingüísticas, eficiencia lectora, comprensión lectora, automatización de la lectura y autorregulación lectora.  

Las dimensiones investigadas por la batería EVALEC permiten a los profesionales determinar con gran precisión la dislexia y otras dificultades de aprendizaje en la lectura. 

Los niños con dislexia o dificultades en la adquisición de la lectoescritura pueden mejorar considerablemente su desempeño a través de actividades de refuerzo indicadas y dirigidas por profesionales del ámbito psicopedagógico.  

El material de intervención educativa ha sido diseñado con el fin de facilitar el desarrollo del lenguaje en general, y de forma más específica de la lectura y escritura. la Batería BECOLE desarrolla de forma sistemática actividades relacionadas con los procesos perceptivos, léxicos, semánticos, sintácticos, tanto para la lectura como para la escritura. 

En Becoleando X-XI-XII se organizan las tareas en base a un orden de dificultad creciente secuenciadas mostrándose como un programa integral, identificando los siguientes tipos de errores en la lectoescritura: uniones y fragmentaciones. 

Entre el material de apoyo y utilidad práctica para los padres y profesionales se encuentra el libro enséñame a leer, en sus 15 capítulos la obra propone un buen número de intervenciones para mejorar la lectura y la comprensión, además, profundiza en el desarrollo del lenguaje, la lectura, la escritura y la atención del alumnado con dificultades  

¿Cómo pueden los padres apoyar a su hijo con dislexia? 

Los padres pueden ayudar a su hijo a desarrollar estrategias que mejoren su capacidad de lectura y hagan que ésta sea más agradable. Algunas estrategias pueden incluir la creación de un horario de lectura, la lectura conjunta en voz alta.  

Los padres también pueden animar a su hijo a probar diversas actividades, como los deportes, las artes y la música, que pueden mejorar la confianza en sí mismo, la autoestima y sus competencias escolares.  

Entre el material de apoyo y utilidad práctica para los padres y profesionales se encuentra el libro enséñame a leer, en sus 15 capítulos la obra propone un buen número de intervenciones para mejorar la lectura y la comprensión, además, profundiza en el desarrollo del lenguaje, la lectura, la escritura y la atención del alumnado con dificultades  

Conclusión 

Las personas con dislexia pueden tener una amplia gama de habilidades de lectura y escritura. Mientras que algunas pueden lograr el éxito académico con apoyo adicional, otras pueden requerir adaptaciones metodológicas, como un mayor tiempo en los exámenes, para tener éxito en la escuela y el trabajo. Si sospecha que usted o su hijo pueden tener dislexia, es importante que primero hable con un especialista. 

Referencias