Cómo apoyar a los niños con talento excepcional 

Una Alta Capacidad intelectual por sí sola no garantiza logros extraordinarios. 

De hecho, cada vez hay más investigaciones que muestran que muchos niños con Altas Capacidades no alcanzan su máximo potencial. 

Steven Pfeiffer nos dice en el artículo original Two Lessons On How To Support Gifted Kids publicado en la revista Bright Magazine, que los factores no cognitivos juegan un papel esencial en el apoyo al éxito y bienestar de estos jóvenes.

A continuación te dejamos la traducción de este interesante artículo

 


Nota del editor:

El lunes pasado publicamos una historia sobre un joven de 14 años "con Altas Capacidades" que se convirtió en la persona más joven en la historia en reproducir una fusión nuclear. Esta semana hemos estado escuchando a educadores, investigadores, psicólogos, periodistas, líderes escolares y exalumnos; les hemos invitado a compartir sus opiniones sobre cómo dar mejor apoyo —o reformar— la educación de niños con Altas Capacidades, o a reflexionar sobre por qué esto es importante para ellos. 

Nuestra última respuesta es de Steven Pfeiffer, Profesor y Director de Formación Clínica en la Universidad Estatal de Florida. Anteriormente, desempeñó el cargo de Director Ejecutivo del Programa para niños con talento de la Universidad de Duke. 

 

Me encanta la historia de Taylor Wilson. Me gusta especialmente cómo sus padres descubrieron la mejor manera de apoyar la pasión temprana de su extremadamente excepcional hijo, por la ciencia y la física nuclear. Este es el tipo de historias que nos hace sentir bien y las que mantienen a los que estamos en el ámbito de las Altas Capacidades entusiasmados y motivados con nuestro propio trabajo de apoyo a los jóvenes intelectualmente precoces. 

He trabajado con niños de Alta Capacidad durante más de 35 años en diversas funciones. En mi práctica clínica como psicólogo, he asesorado a muchos niños excepcionales y a sus padres. En mi trabajo académico en la Universidad Estatal de Florida, enseño un curso para niños con Alta Capacidad y dirijo un laboratorio de investigación que se ocupa de las necesidades sociales y emocionales de los niños con Altas Capacidades y creativos. También fui director ejecutivo del Programa de Identificación de Talentos de la Universidad de Duke, que ofrece programas académicos de verano, rápidos y muy desafiantes, para los adolescentes que más destacan entre los que tienen más Talento; este es el programa hermano de búsqueda de talentos del Centro para Jóvenes con Talento de Johns Hopkins, al que asistieron Mark Zuckerberg, Sergey Brin y Lady Gaga. 

Destacan dos lecciones sobre cómo apoyar a los estudiantes con talento. La primera es que desarrollar el talento de los niños con Altas Capacidades, requiere más que simplemente fomentar su capacidad intelectual (o lo que yo llamo "fortalezas de la mente"). La segunda es que el éxito en la vida adulta requiere tanto fortalezas de la mente como del corazón. Permítanme explicar. 

No siempre es fácil predecir quién alcanzará su máximo potencial en la vida; esto también es aplicable a los niños con Alta Capacidad. Muchos factores no relacionados con la aptitud, influyen en el algoritmo para determinar quién, exactamente, acabará recorriendo la distancia más larga dentro de su trayectoria de éxito imaginable. 

Con los jóvenes estudiantes talentosos, incluso con los niños de Alta Capacidad, solo podemos hacer una suposición sobre la probabilidad de logros futuros. Y la realidad es que muchos estudiantes que son identificados con "Altas Capacidades" cuando son muy jóvenes crecen y no demuestran ningún talento especial ni extraordinario como adultos. Además, no todas las personas con una inteligencia sobresaliente se convierten en un Stephen Hawking, un Steven Spielberg o un William Campbell (el ganador del premio Nobel de Medicina en 2015). 

Igualmente intrigante, es que muchos niños que no fueron reconocidos como poseedores de talentos especiales cuando eran jóvenes resultan ser "genios tardíos" y nos asombran con inventos y logros extraordinarios en la vida adulta. Giuseppe Verdi esbozó sus ideas para componer Otelo a los 73 años. Raymond Chandler solo escribió su primera historia a los 44 años, cuando perdió su trabajo durante la Gran Depresión. 

La plena realización del talento en sus niveles más altos requiere, en la mayoría de las profesiones y campos, más que simplemente un alto cociente intelectual. Cultivar los talentos de estos niños y jóvenes requiere tiempo y trabajo duro. Lo que en China se denomina acertadamente "chi ku", que significa "comer amargura"* (se refiere al esfuerzo, al trabajo duro). 

El desarrollo de nuestros mejores y más creativos escritores, científicos, ingenieros, cirujanos, detectives, maestros, artistas, intérpretes y líderes políticos requiere una enorme cantidad de práctica, considerable paciencia y perseverancia, y una buena dosis de tolerancia a la frustración. Alcanzar los niveles más altos en cualquier campo también requiere una gran pasión por sobresalir en ese campo o profesión elegida. También ayuda el hecho de tener figuras adultas disponibles para actuar como mentores y modelos a seguir. Y, se necesita una buena dosis de suerte. 

 

A lo largo de los años, he mantenido contacto con muchos exalumnos con Altas Capacidades. He seguido con gran interés sus trayectorias profesionales y personales. No todos estos niños dotados crecieron y se convirtieron en adultos felices y exitosos. Algunos abandonaron la universidad, y otros fueron admitidos, pero no terminaron el programa. Algunos de ellos lucharon con sentimientos de soledad, depresión, alcoholismo, abuso de drogas y falta de sentido en sus vidas.  

Algunos reconocieron haber tenido pensamientos suicidas. El mensaje que he sacado de esto es que no todos los niños con talento navegan con éxito las aguas turbulentas de la adolescencia y encuentran un puerto seguro y de apoyo en la vida adulta. No todos estos jóvenes se convierten en adultos exitosos y bien adaptados. 

Esto me lleva a la segunda lección que he aprendido: para cuando se convierten en adultos, la felicidad y el sentido de bienestar de estos individuos requiere el cultivo tanto de las fortalezas de la mente como las del corazón. Los niños con Altas Capacidades, por definición, poseen impresionantes habilidades intelectuales. Y muchos de ellos también poseen una buena cantidad de creatividad innata: "fortalezas de la mente". 

Lo que algunos de estos niños de Altas Capacidades carecen en igual medida, sin embargo, son lo que llamamos "fortalezas del corazón". Las fortalezas del corazón no se llevan con suficiente énfasis en las aulas de hoy en día, con nuestro foco en lo académico, el aprendizaje y las iniciativas de educación STEM. Esta es una realidad en Estados Unidos y también entre nuestros colegas educativos a nivel mundial.  

Estamos muy enfocados en las fortalezas de la mente. Y casi nos hemos olvidado de las fortalezas del corazón. 

En nuestro laboratorio de investigación en la Universidad Estatal de Florida y en mi trabajo clínico, descubrí que las fortalezas del corazón son particularmente valiosas en la vida de los niños con Altas Capacidades a medida que crecen. Estas fortalezas del corazón incluyen: humildad, compasión, gratitud, entusiasmo, preocupación por los demás, deber cívico, amabilidad e incluso el sentido del juego. La investigación en nuestro laboratorio y una convincente evidencia anecdótica sugiere que estas fortalezas del corazón a menudo pueden marcar una verdadera diferencia en si un niño con Altas Capacidades crece para ser un adulto feliz, bien adaptado y exitoso. 

 

Por ello, deberíamos agregar a nuestro currículo programas de intervención respaldados empíricamente que enseñen y refuercen las fortalezas del corazón, como la gratitud, la empatía, la compasión y el respeto por los demás. Algunos de estos programas ya existen y cuentan con amplia investigación que respalda su efectividad. Otros programas están todavía en fase piloto y hay muchos programas que aún necesitan ser diseñados y probados en las escuelas. 

Si nos esforzamos por cultivar tanto las fortalezas del corazón como las de la mente, estaremos en el camino correcto.